Los clubes de lectura: una solución para lectores
Escrito por Alex García
Desde los inicios de la civilización, la lectura se ha compartido de forma colectiva. Un ejemplo de esto son los clásicos La Ilíada y La Odisea, de Homero: historias que comenzaron como textos orales que eran narrados ante diferentes audiencias.
Sin embargo, con el paso del tiempo, la lectura comenzó a individualizarse y a considerarse como algo más reservado y personal, por lo cual muchas personas ven a la lectura como algo que debe realizarse en privado. Esto se observa incluso en los espacios que, socialmente, se han destinado para la lectura (como librerías, bibliotecas y cafeterías), donde es común encontrar a gente leyendo, mientras que en lugares más concurridos, como el transporte público, es llamativo encontrar personas que leen, pues esto se aparta de la norma establecida de lectura en solitario.
Un detalle importante a considerar, para el caso específico de México, es que, si bien hay cifras que indican que el promedio de lectura en nuestro país es de 3.5 libros al año, son cada vez más las personas que se adentran al mundo de la literatura. Con el crecimiento de las redes sociales en los últimos años, así como el surgimiento de comunidades como Booktube, Bookstragram y BookTok, la popularidad de los libros ha aumentado. Y con esta popularidad, los espacios de lectura también han cambiado; uno de ellos, popular principalmente en países anglosajones, es el club de lectura.
Los clubes de lectura se han consolidado como espacios para lectores (y no lectores) en los que leer ya no es algo individual, sino que regresa a sus orígenes colectivos y, por ende, se convierten en lugares para leer en conjunto, discutir lecturas e intercambiar opiniones con varias personas en tiempo real. Ya sea en modalidades virtuales y presenciales, la Ciudad de México es casa de diferentes clubes de lectura para diversos grupos de personas.
Una de las avenidas de la Ciudad de México donde los espacios de difusión cultural literaria forman parte de los principales atractivos, es Miguel Ángel de Quevedo, en Coyoacán, al sur de la ciudad. En este lugar se hacen presentes varios clubes de lectura, así como espacios para lectores. Un ejemplo de estos es el club Lectores sin filtros, que se lleva a cabo mensualmente en Librerías El Sótano.
Lectores sin filtros es un club de lectura presencial que surgió en 2021 de forma virtual a raíz de la pandemia de COVID-19, y celebró su primer aniversario en modalidad presencial en febrero de 2025. Este club, organizado por los usuarios de redes sociales @soyhijodeneptuno y @ponyreadsboy, busca promover la lectura entre las personas que disfruten esta actividad, así como aquellas que están adentrándose en la literatura, y a quienes les será posible abarcar distintos géneros literarios, como la fantasía, el romance, la ficción histórica, la ficción literaria, entre otros. Lo que vuelve especial a este club de lectura es que, en ocasiones, cuenta con la participación de autores nacionales e internacionales en las reuniones, como Sally Green (El lado oscuro), Thea Guanzon (La guerra de los huracanes), Sarah Rees Brennan (Larga vida al mal), Luciana Langoni (Maga de sangre), Gilraen Eärfalas (Eres el amor de mi otra vida), Gisela Antonuccio (Hermanas), entre otros. Asimismo, se realizan otras actividades y dinámicas durante las charlas (como pintura y bordado) y sorteos de libros para los miembros del club.
Estos espacios mixtos para compartir la lectura se han convertido en una solución para los lectores que buscan alejarse de la soledad literaria, y compartir esta pasión por los libros y la lectura con otras personas, formando así una gran comunidad, y dándole honor y un nuevo sentido a la palabra club.
Para informes sobre Lectores sin filtros, pueden comunicarse a la cuenta de Instagram @lectoressinfiltros, o directamente con sus coordinadores: @soyhijodeneptuno y @ponyreadsboy.